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Cuando escogieron nuevos dioses,
    llegó la guerra a las puertas de la ciudad,
pero no se veía ni un escudo ni una lanza
    entre cuarenta mil hombres de Israel.
Mi corazón está con los príncipes de Israel,
    con los voluntarios del pueblo.
    ¡Bendito sea el Señor!

10 »Vosotros, los que montáis asnas blancas
    y os sentáis sobre tapices,
y vosotros, los que andáis por el camino,
    ¡poneos a pensar!

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